Me apareció por primera vez después del sexo. Al principio, solo había molestias, luego dolor insoportable. A malas penas llegué a la farmacia, compré el primer antibiótico que encontré. Me ayudó. Un mes después, la misma historia y nuevamente un antibiótico. Por cuarta vez, no me salvó: estuve un par de días en la cama con un dolor agudo y una botella caliente entre las piernas. Con la mirada culpable llegué al médico, pero él me recetó los mismos antibióticos! Comencé a buscar con qué más puede ser tratada, encontré un artículo sobre Graziello, lo pedí, lo tomé. Ya llevo un año y medio sin síntomas de esta enfermedad. Seis meses después fue examinada por un urólogo, los análisis son ideales. Gracias a Dios, estas torturas terminaron, volví a la vida normal.

Íbamos de vacaciones con mi hija, y luego tuve una desagradable sorpresa: sensación de sequedad, incomodidad y ardor intenso, especialmente después de ir al baño. Sufrí de esto incluso más que de los sofocos que me acompañan debido a la menopausia. Corrí al médico que una compañera de trabajo me aconsejó. Según ella, curó a muchas personas con síntomas similares. Después de ver los resultados de las pruebas, me diagnosticó una inflamación de la vejiga en el contexto del período menopáusico. El médico explicó que la cistitis es frecuente con la menopausia y me recetó Graziello. El alivio llegó después del primer uso. Después de un curso de tratamiento, olvidé lo que es y espero no experimentarlo más.

3-4 veces al año tenía una exacerbación, cuando el dolor en la parte inferior del abdomen era insoportable y era muy doloroso orinar. Después de otro examen, el médico me encontró reflujo vesicoureteral, cuando la orina sube a los riñones, como me dijeron en la clínica. Entonces me asusté mucho y me molesté. Encontré otro médico, me recetó Graziello. Después de una semana, todos los síntomas habían desaparecido; el alivio que sentí no se podía comparar con nada! Y después del curso de Graziello, la cistitis está en el pasado.